Impulsa la legisladora con esta iniciativa la protección de sus derechos, así como eliminar la estigmatización social y discriminación
Chilpancingo, Guerrero, 24 de enero de 2024.- Con la finalidad de visibilizar y dar pleno reconocimiento de discapacidad a la tartamudez, para proteger los derechos de las personas, la diputada de la fracción del PRD Jennyfer García Lucena, propuso una iniciativa con proyecto de decreto para adicionar la fracción XX al artículo 4 y el 7 bis de la Ley Número 817 para las Personas con Discapacidad del Estado de Guerrero.
Con la reforma que se plantea, se pretende que se aumente la conciencia y la comprensión pública sobre los desafíos que enfrentan las personas, que se presenten adaptaciones en entornos educativos, laborales y sociales, y lo correspondiente a los derechos legales y protección a las personas.
En su exposición de motivos destacó que la tartamudez es un trastorno del habla afectando el desarrollo y potencial de las personas, que históricamente ha sido incomprendida, y puede generar desafíos emocionales y sociales para quienes la experimentan, por lo que la empatía en la sociedad sería crucial para que las personas se sientan aceptadas y comprendidas.
“La Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad reconoce la importancia de la inclusión y la participación plena en la sociedad para todas las personas, independientemente de sus habilidades de comunicación”, añade.
Recalcó la importancia de construir entornos inclusivos que eliminen las barreras y estigmas de la tartamudez y la discriminación, pasando por la educación, el empleo y la vida cotidiana.
García Lucena precisó algunos de los aspectos por los que debe considerarse la tartamudez como una discapacidad, encontrando el modelo médico y social de la discapacidad, el impacto en la vida diaria, que sea desde un enfoque positivo y de auto identificación, tomando en cuenta los derechos y el reconocimiento legal.
Agregó que al ser reconocida la tartamudez como discapacidad, las personas podrán “acceder a servicios y apoyos específicos diseñados para abordar sus necesidades, que puede incluir terapias del habla, asistencia educativa especializada y otros recursos que faciliten su participación plena en la sociedad”.
Finalmente, expresó que reconocer la tartamudez como discapacidad “es un paso importante hacia la creación de sociedades más incluyentes que valoren y respeten la diversidad en la comunicación”.
